A partir de 2022, la nueva normativa F-Gas prohibirá la práctica totalidad de los actuales refrigerantes hidrofluorocarburos (HFC) tanto en mobiliario frigorífico como en instalaciones centralizadas de más de 40 kW. Los sistemas de refrigeración que funcionan con dióxido de carbono (CO₂) como refrigerante son la alternativa real para alcanzar grandes ahorros en los consumos de energía y luchar contra el cambio climático.
La tecnología de refrigeración que emplea CO₂ transcrítico es una solución madura y fiable, resultando la elección más recomendable actualmente como inversión a prueba de futuro, eficiencia energética y sostenibilidad.
Algunas de las ventajas de las instalaciones frigoríficas de CO₂ para uso industrial y comercial: